Sanidad privada y sector asegurador incluyen el daño cerebral en la renovación del convenio de lesionados de tráfico

Sanidad privada y sector asegurador incluyen el daño cerebral en la renovación del convenio de lesionados de tráfico

La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), la Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES), la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA) y el Consorcio de Compensación de Seguros han firmado un anexo al Convenio Marco para el tratamiento del daño cerebral sobrevenido (2019–2022) que amplía la atención a lesionados por accidente de tráfico en centros privados de alta especialización. La Sociedad Española de Neurorrehabilitación ha sido la responsable de asesorar a las partes.

Cabe recordar que, en España, las lesiones sufridas en siniestros de tráfico leves o graves no están cubiertas por la sanidad pública. Existe, por tanto, un convenio marco de asistencia sanitaria derivada de accidentes de tráfico dirigido específicamente a los centros sanitarios privados. Se trata de un acuerdo al que pueden adherirse todos los centros sanitarios privados que lo deseen y al que se han adscrito prácticamente la totalidad de las entidades aseguradoras que trabajan en España. El objetivo es poder prestar asistencia sanitaria específica a lesionados con daño cerebral, en centros sanitarios privados acreditados, a través del seguro de responsabilidad civil obligatoria.

La reciente firma del anexo al Convenio Marco 2019-2022 representa un paso más hacia la excelencia y alta especialización de las capacidades asistenciales para pacientes de significativa gravedad que han sufrido las consecuencias de un accidente de tráfico. Un equipo de expertos médicos, especialistas en el tratamiento de estas patologías, han establecido las características y perfiles de estos pacientes de alta complejidad, así como los criterios específicos que deben reunir los centros para atenderlos.

Dentro de las necesidades específicas del lesionado Neurológico Complejo, se incluye el tratamiento a pacientes pediátricos, con problemas de inestabilidad médico-quirúrgicas con necesidad de ventilación mecánica, con necesidades psiquiátricas complejas, entre otros; además se incorpora el síndrome del cautiverio, el daño cerebral asociado a politrauma, espasticidad y rigidez articular grave.

El acuerdo adecua a su vez las tarifas abonadas por las aseguradoras destinadas a cubrir los servicios sanitarios de alta complejidad requeridos en estos casos. Estos centros sanitarios altamente especializados deben reunir una serie de requisitos, tanto técnicos (dotaciones) como humanos (formación del personal médico-sanitario y experiencia).

El anexo entró en vigor el pasado 1 de julio y ya cuenta con cinco centros acreditados de los más de 25 adheridos al Convenio Marco de la red de atención a lesionados de accidentes de tráfico. Por consiguiente, un paciente lesionado de estas características dispone ya de la posibilidad de acceder a una atención de alta especialización.

Este nuevo acuerdo culmina una de las líneas de trabajo prioritarias para las patronales de la sanidad privada firmantes de esta adenda, como es la atención de alta complejidad que requieren los accidentados de tráfico.

“La firma de esta adenda contribuye a mejorar las opciones de tratamiento para este tipo de pacientes y garantiza una atención de máxima calidad en un plazo breve de tiempo desde esta red de centros sanitarios privados”, asegura Alfonso de la Lama Noriega, secretario general de ASPE.

Causa más frecuente de traumatismo craneoencefálico

Los accidentes de tráfico son la causa más frecuente de traumatismo craneoencefálico. Este supone aproximadamente el 25% de los casos de daño cerebral adquirido y genera una discapacidad severa. Según datos de la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE), el coste medio de una plaza para un paciente de este tipo en una unidad de rehabilitación hospitalaria oscila entre los 7.000 y los 10.000 euros mensuales.

A pesar de las fases de la pandemia con restricciones de movilidad relevantes, los datos de la Dirección General de Tráfico evidencian que, durante 2020, más de tres mil españoles requirieron ingreso hospitalario y rehabilitación tras sufrir un accidente al volante.